viernes, septiembre 07, 2007

De las Cintas de la Verdad

Mandá Gatto se anima, logra vencer sus máximos prejuicios y post juicios. Se lanza a lo inimaginable.

Durante décadas se creyeron perdidas, pero las manos de un noble ratón de biblioteca, es decir Don Felipe Magolla*, pudieron dar un feliz final a tan ardua búsqueda. Nos referimos a las Cintas de la Verdad. Las Cintas fueron prácticamente un mito y solo se las conoce por tradición oral. Hasta ahora.

Nos tomamos la libertad, aquí en MG Ediciones de pasar a papel algunos pasajes de tan afamadas Cintas.
Varias hablan con holgura, ente otros temas, sobre qué se entiende por pobre tipo. Otras nos dan pautas para ser mandados con corrección. Las más tratan sobre como hacer un buen omelet y una salsa de poderes arcanos. Y las menos de cualquier cosa. En esta oportunidad no dudamos, y juntamos coraje, para acompañar un pasaje sobre el legado que Don Roberto dejó a los suyos mediante un relato verbal encriptado en las Cintas de la Verdad. Pasamos a transcribir:

[cabe advertir que se siente el ruido de una bandada pasar y el susurro de hojas al moverse por la fuerza del viento. También se percibe el crepitar de un fuego y los golpes en el suelo de botas que generan un seudo calor en quien las oprime contra el piso húmedo]

Miguel Mengano (en adelante MM): Che Pichuco, esto así no va. El frío está terrible. Yo creo que me estoy quedando duro.
Roberto Gatto (en adelante RG): Dale fresco, acordate que estamos acá por tu culpa. ¿Cómo vas a aceptar que te manden acá? ¿No te diste cuenta que era puro camelo?

MM: ¿Qué tiene que ver Jorge Kamelo en todo esto?
RG: No pelafustán, me refiero a que ¿cómo no te avivaste que era puro cuento?

MM: Parecía tan real el pedido que no dudé que me mandaban en serio. Vos sabés que yo no puedo dejar de aceptar un mandato. Viste qué loco esto de que el fuego no arranque. Es casi violento el frío que siento. Yo me pongo a cantar y listo... ya que el que canta sus penas espanta.... ¿y a vos qué te parece?... y... dale ¿te quedaste mudo?
RG: Estoy preocupado. Bah, Mirá la verdad es que me estoy acordando de Irma.

MM: Y dale con Irma, todo el día Irma. ¿No podés pensar en otra cosa?
RG: No, y lo sabés bien. Voy a decirte algo que nadie sabe hasta ahora. Tengo ganas de preparar el epitafio para mi tumba. Quiero que diga lo siguiente: "Porque sí, porque no, porque racatacatá".

MM: Pero.... ¡eso es de Donald!
RG: No, es mío, yo se lo presté a ese pobre diablo. ¿Y a qué no sabés qué es racatacatá?

MM: Fácil, es un apoyo fonético para que esa triste canción tenga llegada. O como diría nuestro amigo Wimpi: un poco de "punch".
RG: No, es una clave y un enigma a descifrar para alcanzar un tesoro que tengo enterrado. Tengo un mapa y si se logra descifrar el juego de letras y aplicarlo al mapa se podrá alcanzar el tesoro. No es demasiado complejo. Hay gente ducha en el tema. Pero viste, a mi me gusta sembrar el misterio. Por eso es todo esto. Por las dudas te explico como revelar el misterio... [hay interferencias en la Cinta] ... bueno entonces, ya sabés: si algún día muero (algo inevitable por cierto), en mi epitafio quiero que figure esa frase. Si se le suma al mapa que tendré en mi mano derecha dentro del cajón se podrá saber dónde está enterrado el fabuloso tesoro. Desde ya te aviso que en Entre Ríos hay un niño que se llama Manrique. Es de frente prominente y él también comparte este secreto.

MM: Roberto perdé cuidado, yo me encargaré de que tu epitafio quede tal como lo querés. Eso si, no se si fue oportuno que hayamos hablado todo esto frente al wincofón. Estoy seguro que lo que dijimos quedó registrado en esa cinta. No sé si fue muy prudente.
RG: ¿Pero cómo? ¿Cómo no me avisaste antes? ¡Infeliz!


* Nota: Don Felipe Magolla encontró estas Cintas de la Verdad, cajoneadas en su despacho de la calle Tacuarí, en la famosa Oficina de Pago, que se trasladaría luego. No a otra dirección, si a otro propietario. Y que fuera, entre otras cosas, causa directa –la Oficina– de la, hasta hace instantes, bancarrota de Felipe, quien ahora colabora para Mandá Gatto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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BUENAS!

jajaja muy bueno!

Mengano un grande!

SALUDOSSS

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