miércoles, febrero 13, 2008

De su incursión en el deporte

En las inmediaciones de lo que fuera el viejo salón de billares del Deportivo Pingo Pong, un reconocido levantador de quiniela, devenido en narrador, nos relató esta creíble aventura de Don Roberto (y algún editor de este pasquín tuvo la interesante idea de registrar todo con su radio de bolsillo).

“Dicen que hay equipos que pasan al recuerdo de todos (Brasil del ‘58, Holanda del ’74, Ah Bueno del ‘03). Lo cierto es que pocos serán más recordados que el equipo de Corea del Sur en el Mundial Suiza ‘54. Ese equipo se comió 16 pepas y no logró sobrevivir la primera ronda.
Si bien Don Roberto ya había tenido varias participaciones estelares en las copas anteriores, ya sea representado a la Argentina dentro o fuera de la cancha, fue en este Mundial del ‘54 que su nombre (o mejor dicho actitud) pasó al recuerdo.
Fue llamativo su ingreso a la cancha con los colores de Corea del Sur. Las autoridades le habían dado el visto bueno y él se calzó la chomba oriental. En cada uno de los partidos de la primera (y única ronda) de Corea del Sur el tipo probó todas las posiciones. El técnico no sabía como frenar su ímpetu por desobedecer las directivas. Dicen que Don Roberto trató de adaptarse al juego oriental, pero el cambio de horarios lo tenía a mal traer.

En el momento de festejar por la pepa 16 (convertida por el propio Roberto en contra de su propia valla), Don Roberto se quitó la chomba oriental y dejó entrever los colores argentinos. Fue una muestra de orgullo y oportunismo. El tipo dijo “que le van a hacer, salió así”.

Inmediatamente, en la isla de Formosa y en Taiwán, obviamente sin mencionar Corea del Sur, se comenzó a hacer referencia a la frase de Don Roberto.

Se estamparon remeras y sabanas con la leyenda “KLVN ACR SALISI”. Era un canto a la alegría en esas regiones. La gente no tenía la menor idea de que sentido tenía la frase. Pensaron que era una suerte de disculpa desde el corazón. Algo así como saber que uno estuvo mal y que tiene la mejor intención de explicar y purgar esa falta.
En esas regiones se comenzó a utilizar la frase en todas las circunstancias posibles. Por ejemplo, cuando alguien manchaba con arroz el salón del restorán se decía KLVNACRSALISI. Y el mozo, inmediatamente, depositaba una bandeja con nuevos granos de arroz.

La frase que había nacido como un gesto espontáneo de inmadurez, pasó a ser una frase coloquial de saludo, perdón y reverencia entre los pueblos asiáticos.
Tuve la oportunidad de mirar entre los documentos que registraron la paz en 1958, luego de la guerra entre Corea del Norte y Corea del Sur, y observé que los papeles del protocolo rezan, antes de la firma de los mandatarios de cada estado: KLVNACRSALISI.

La semana pasaba, en el aeropuerto principal de Corea del Sur, se podía leer en un letrero “KLVNACRSALISI 전화를 끄십시요” y más abajo la traducción al español: “Perdón, pero por favor apague el celular al subir al avión

Esa frase llevó al equipo de Corea del Sur de Suiza ‘54 a ser uno de los equipos que más ayudó a fortalecer la idea de que en el fútbol se logran cosas que en otros lados se repiten, también de que el fútbol es un idioma universal, y por último, que Don Roberto esta cerca de ser un mito mundial (solo le falta tiempo).

Salud, pero me tengo que ir a levantar quiniela a Crucecita Séptima."


¡Impresionante!